En la freidora ya no es el aceite el que se convierte en el portador de calor que permite cocinar los alimentos sino que es el aire caliente el que realiza estas funciones. La comida está completamente rodeada de calor y por este motivo quedará más crujiente por fuera y suave por dentro. Cuenta con tecnología avanzada equipada con una cesta giratoria que sumerge alternativamente los alimentos para una cocción perfecta y crujiente. El aire caliente alcanza los 200 grados y puede consumir entre 700 y 2 mil vatios pero en términos de rentabilidad económica y sanitaria es conveniente porque los tiempos de cocción son más cortos que los de los hornos clásicos.
En definitiva, podrás disfrutar de comidas sanas y deliciosas desde el desayuno hasta la merienda sin olvidar el postre.